miércoles, 20 de abril de 2016

TURNO DE NOCHE, RELATO GANADOR DE ALHAURÍN DE LA TORRE

Es el miedo, inspector; ese aliento frío y turbio que a veces nos anega de niebla y pánico, y entonces ya sólo sentimos un mero instinto de supervivencia, crecido, palpitando, agazapado como una alimaña, a la defensiva. Porque es ese instinto ciego el que actúa, el que lanza su zarpazo, o la dentellada mortal; mientras sólo percibimos su jadeo, y luego el espanto de la sangre.